Las hermanas Cruz se han llevado un susto. Sí, para variar el viaje toma su propio ritmo y nosotras no sabemos hacer otra cosa que dejarnos llevar, eso sí, con mucha angustia las primeras horas hasta que aceptas que si todo ha surgido así "por algo será" y con este pensamiento vamos tan felices camino de comprarnos un vuelo de vuelta desde Vietnam.
Resulta que teníamos un viaje de 38 días a China y sólo te permiten estar 30, para todo lo que suponga más de un mes parece ser que te encuentras con problemas a la hora de obtener el visado.
Así que como nos costaba lo mismo anticipar la vuelta que volver en las mismas fechas desde otro lugar... no hemos tenido mucho que hablar para vernos las dos ya tumbadas en playas vietnamitas.
Nos encanta viajar, pero a mí, particularmente, me parece insufrible el trámite del visado. Sé que es muy simple, una nimiedad. Pero no me gusta lo que generan en mí: inseguridad. Empiezas a dudar, o al menos yo, de si he escrito bien la fecha de nacimiento, porque sé bien cuándo nací, ¿verdad? Sabes de sobra la fecha de salida de tu vuelo pero lo vuelves a mirar no vaya a ser que te hayas equivocado y no seas fiel a la realidad... y así un sinfín de pequeñeces que me generan muuuuucha ansiedad.
La incertidumbre la llevaremos con nosotros a no ser que nos respondan correctamente de la embajada de Vietnam en Hong Kong porque pensamos que es la mejor opción para obtener el visado de Vietnam.
Esperemos que después de todo el jaleo tengamos un buen cruce de frontera y no sea como nuestra catastrófica entrada de India a Nepal, pero eso ya os lo contaremos en otra ocasión.